lunes, 10 de febrero de 2014

EJERCICIOS DE PROGRESIÓN EN EL APRENDIZAJE DE LOS MALABARES.

1. Lanzo una bola verticalmente a la altura de los ojos y la vuelvo a coger con la misma mano. Se realiza con las dos manos este ejercicio.

2. Lanzo dos bolas a la vez con las dos manos, una en cada mano, las dos a la altura de los ojos. Este ejercicio es como el anterior pero con una bola en cada mano.
3. Lanzo la bola de una mano a la otra trazando un semicírculo que pase a la altura de los ojos, con las dos manos. El plano de movimiento de la bola debe ser vertical y no irse hacia adelante.
4. Cojo las dos pelotas en una mano y las muevo hacia adelante y hacia atrás en la palma de la mano. Lo hago con las dos manos.

5. Cojo una bola con una mano con los dedos meñique, anular y la palma de la mano. Lanzo la otra a la altura de los ojos trazando un semicírculo. Luego cambio la mano con la que empiezo, la que tiene la bola cogida.


6. Ahora con 3 bolas cojo con los dedos meñique, anular y la palma de la mano una bola en cada mano y me paso la otra a la altura de los ojos trazando un semicírculo.

7. Vuelvo a coger sólo dos bolas. Cogiendo con una mano las dos bolas, lanzo una hacia arriba y al caer lanzo la otra por dentro por el interior siempre, haciendo un círculo y cogiendo las dos bolas con la misma mano.
8. Igual que el ejercicio anterior pero al caer la segunda bola lanzo de nuevo la primera y lo hago 3 veces.
9. Igual que el ejercicio anterior pero al caer la tercera bola lanzo de nuevo la anterior y lo hago 4 veces.
10. Igual que el ejercicio anterior pero ahora lo hago cinco veces con la misma mano. Este es el primer ejercicio del examen. 
11. Igual que el ejercicio anterior pero para mejorar el lanzamiento y que no se nos vayan las bolas malabares hacia adelante, lo hacemos sentado y así no podemos movernos detrás de las pelotas y nos vemos obligados a lanzar más rectos.
12. Igual que el ejercicio 10, pero de cara a una pared como espejo, de forma que me ayude a corregir el lanzamiento entre las manos hacia adelante.
13. Ahora lanzo una bola hacia una mano y antes de que llegue lanzo la otra hacia la mano contraria.
14. Igual que el anterior pero con una bola entre el anular y el meñique en la mano.
15. Ahora lanzo una bola hacia una mano y antes de que llegue lanzo la otra hacia la mano contraria y de nuevo hacia la anterior. (1, 2 y 3). Este es el movimiento básico.
16. Mismos ejercicios que el anterior pero sentado, para mejorar el lanzamiento y que no se nos vayan las bolas malabares hacia adelante.
17. Igual que el ejercicio 15 pero de cara a una pared como un espejo, de forma que me ayude a corregir el lanzamiento entre manos hacia adelante.
18. Ahora como el 15 pero una vez más, es decir, 1, 2, 3 y 4. Hay que hacer este ejercicio empezando con las dos manos.
19. Igual que el anterior pero sentado y frente a la pared.
20. Malabares básico sin parar.


21. Malabares básico sentado.
22. Malabares básico lanzando una bola arriba y luego continuando haciendo malabares.
23. Freestyle: malabares con cinco adornos libres: darle con el muslo, con la cabeza, con el hombro, con el pie, lanzar una bola contra la pared... y seguir haciendo malabares.

24. Sentarse y levantarse sin dejar de hacer malabares.
25. Cruce de una bola con un compañero. 
Esto es todo, espero que le guste.

MALABARES CON PELOTAS.

¿En qué consisten?
El principio básico de los malabares con pelotas es sencillo: lanzar y recoger. A partir de esta secuencia sólo queda incrementar la difi­cultad de esos lanzamientos y recepciones: dos, tres o más objetos, dos manos, distintas trayectorias, alturas y velocidades, otras partes del cuerpo, en colaboración con los compañe­ros...
Aunque no las necesitamos para las pri­meras habilidades, para comenzar es necesa­rio disponer de 3 pelotas, que pueden ser específicas para malabares, de venta en tien­das especializadas, en jugueterías o por inter­net. No sirve cualquier pelota, pero también se pueden fabricar fácilmente con pocos medios.
Las pelotas tienen aproximadamente 6 cm de diámetro y un peso de unos 125 gr. Deben ser más bien duras para permitir que la mano se cierre con naturalidad al contacto con la pelota. Además deben tener cierta adherencia y no rodar cuando se caigan al suelo. Por último, cada una será de un color distinto para que percibamos mejor el trazado de  la trayec­toria durante el vuelo.

CONCEPTO Y TIPOS DE COORDINACIÓN.

¿Qué es la coordinación?
Teniendo en cuenta que la coordinación es un factor importante en la estructuración espacial del sujeto con respecto a su propio cuerpo y con el mundo que le rodea, en el ámbito de la Educación Física se considera que la coordinación es la capacidad que nos permite poner en movimiento los distintos segmentos corporales de forma independiente, inhibiendo los movimientos en un gesto o actitud motriz.
Desde el punto de vista conceptual podemos considerar a la coordinación como “la interacción y el funcionamiento entre el Sistema Nervioso Central y la musculatura esquelética en movimiento, es decir, un ajuste entre la acción muscular y la idea motriz de lo que se desea ejecutar”.
Tipos de coordinación.
Siguiendo a Le Boulch, podemos afirmar que existen varios tipos de coordinación en el ámbito de la Educación Física:
  1. Coordinación dinámica general: es aquella que está presente en todas las habilidades básicas y sirve de base para todo tipo de movimientos.
  2. Coordinación oculo-segmentaria: es aquella que pone en interacción el campo visual y la motricidad fina de la mano, del pie o de ambas al mismo tiempo.
  3. Coordinación inter e intramuscular: de poca importancia para la Educación Física ya que hace relación a la simbiosis en el acto de la contracción muscular.

HISTORIA DE LOS MALABARES.

Aunque es imposible averiguar qué impul­só al primer ser humano a hacer malabares, sí es fácil intuir qué hay en esta actividad para que quien los practica desee repetir. También está claro el hecho de que desde la aparición de las más antiguas civilizaciones, los malabares han tenido la consideración de algo digno de ver.
Así, en la tumba del faraón egipcio Beni Hassan (hacia 2040 a.C.) aparece la descripción de una boda en jeroglíficos tallados en la piedra de las paredes. Entre otros dibujos aparece una malabarista realizando juegos con pelotas idénticos a los que se siguen haciendo en la actualidad.
En el lejano Oriente malabaristas y acróbatas viajaban en troupes mostrando su reperto­rio de ejercicios ante el emperador o ante el pueblo, para los cuales empleaban tanto armas como jarrones de porcelana. Como parte más del espectáculo, en Grecia los ­rudos gladiadores se lanzaban y mante­nían con precisión y equilibrio armas, ruedas de carros… Prueba de que las mujeres también ­eran hábiles en el pasatiempo de los malabares, son las ilustraciones que adornan ánforas y ­vasijas.
Aún se conservan imágenes en tallas de la antigua Roma de Septimus Spika, malabarista romano que llegó a manejar siete bolas. En el año 117 a.C. Tagatus Ursus se jactaba de ser el primer malabarista en emplear pelotas de cristal.
En la Edad Media, troupes de saltimbanquis recorrían Europa presentando espectáculos en los que junto a los malabares incluían música, baile, cuentos populares, narraciones épicas, títeres, acrobacias, animales exóticos… El juglar/malabarista bailando sus pelotas y antorchas en la corte del señor feudal es aún una imagen popular de leyenda a caballo entre el mundo real y el mundo encantado.
Durante el Renacimiento en las grandes ferias de las principales ciudades europeas se ofrecía un lugar a los artistas para que pudieran mostrar sus espectáculos como una atrac­ción más. De esta manera, volvían en años sucesivos a los lugares donde ya tenían cierta fama.
En la época moderna el desarrollo de los juegos malabares se relaciona con el circo y el teatro de variedades (Vaudeville, Music Hall, Cabaret…). Estas dos formas de exhibición hicieron posible que los malabaristas tuvieran un lugar estable para sus actuaciones y ello favoreció una demanda por parte del público.
Curiosidad: ¿sabías qué?
En tiempos de la Inquisición, muchos juglares dieron con sus huesos en la hoguera, por su fama de jugadores, seductores y su mala vida. No obstante, en los cuentos medievales donde aparecen malabaristas se les suele atribuir una cierta gracia divina. Así, el Juglar de Nuestra Señora cuenta de un pobre malabarista enfer­mo que se cobija en un convento. Aquí emplea sus últimas fuerzas en rendir un devoto homenaje malabarístico ante la Virgen, la cual, mila­grosamente le sonríe y glorifica para siempre.
Los juegos malabares han existido en todo el planeta. Los primeros colonizadores de América comprobaron cómo los aztecas eran espe­cialistas en antipodismo, es decir, hacer malabares con los pies. Los niños indios Shoso­ni jugaban a disputar carreras mientras mane­jaban tres pelotas. Otras tribus incluían malabares en sus ceremonias religiosas, como un misterio más de la sabiduría del Chamán o hechicero.

INTRODUCCIÓN A LOS MALABARES.

Malabarismo es el arte de realizar ejercicios de agilidad y destreza, que se practica gene­ralmente como espectáculo, manteniendo varios objetos en equilibrio inestable y espe­cialmente lanzando objetos hacia el aire y recogiéndolos. Además de las pelotas, las mazas y los aros, hoy en día se acepta la inclu­sión en el campo de los juegos malabares de la manipulación del diábolo y del palo chino o palo del diablo. En general, un malabarista experimentado puede hacer malabarismos con piedras, tazas, cuchillos, fruta y con casi cualquier objeto.
  • Quien prueba los juegos malabares pronto siente la necesidad de practicarlos en cual­quier lugar y momento, en casa, al aire libre, en el trabajo … principalmente por que se trata de algo muy divertido, pero también porque:
  • Cada vez que se domina un nuevo ejercicio, mejora la autoestima, lo cual proporciona una gran satisfacción personal.
  • Es una actividad muy relajante, que ayuda a desconectar de problemas cotidianos y superar el estrés.
  • Desarrolla la concentración y el pensamien­to positivo.
  • Es una forma de ejercicio que contribuye especialmente a la mejora de la coordina­ción, la percepción del espacio y del tiempo, el equilibrio y la agilidad.
  • Favorece la colaboración y intercambio con los compañeros para aprender nuevos ejer­cicios.
  • Es una actividad positiva para ocupar el tiempo de ocio, sencilla y apta para cual­quier edad.
  • Además, con los juegos malabares sucede igual que cuando uno aprende a montar en bicicleta o a nadar: cuando se aprenden nunca se olvidan.